Nombre: Andrés D. Richart Piqueras.
Tipo de experiencia: Voluntariado en la Unidad de Investigación
Fecha: 2011-2012.
Actualmente: Voy a comenzar el último
curso de la Licenciatura que estoy cursando, en Filosofía. Más adelante espero
doctorarme investigando temas de Filosofía Moral desde una perspectiva
relacionada con la etología y la primatología, entre otros campos del saber.
A mucha gente le sorprende que alguien
como yo, que estudia Filosofía, se muestre tan interesado en la Primatología,
sin embargo creo que muchas cuestiones filosóficas pueden y deben ser abordadas
de forma interdisciplinar. La Primatología y la Etología tienen mucho que
ofrecer a este respecto. Una perspectiva interdisciplinar nos permitirá transgredir
los límites de nuestra especie y pensar multitud de cuestiones filosóficas
atendiendo a especies animales no-humanas.
Mi primer acercamiento a Fundación Mona
tuvo mucho que ver con ello. Buscaba un lugar donde ampliar mis conocimientos
sobre primatología y etología. Empecé realizando algunos cursos, y a penas un
año más tarde comencé a colaborar como voluntario de investigación. Además de
mis intereses académicos y del hecho de que me considero un fiel defensor de
los animales, siempre me había fascinado la idea de que en el corazón de
algunas selvas viviesen complejas sociedades de seres que no eran humanos. Mi
voluntariado en Mona me dio la oportunidad de ver a estos seres de cerca y
aprender mucho sobre ellos, pasaría horas observando a los chimpancés, registrando
su conducta, descubriendo en su día a día la riqueza y complejidad de estos
animales. Ha sido una experiencia única que me ha enriquecido a nivel académico
y a nivel personal, superando con creces mis expectativas iniciales.
Encontré en Mona una puerta al mundo de
la primatología y la etología, un lugar que enseña y educa, creando conciencia,
donde la investigación y la divulgación científica se compatibilizan con la
acogida y el cuidado de chimpancés y macacos desamparados. Y no solo eso,
también los humanos encuentran un hogar en este Santuario, ya sea durante uno
de sus breves cursos o durante una estancia larga, el equipo que forma Mona
–del cual agradezco especialmente a Miquel Llorente la oportunidad que me dio de
trabajar con ellos- así como la gente que allí conocí y que estaba de paso me
hicieron sentir como uno más de ellos, de hecho me hicieron ser uno más. Siento
que mi relación con Fundación Mona no ha hecho más que comenzar, será siempre
un lugar de peregrinación, un origen y un destino, cuyo legado no es solo lo
que me haya podido ofrecer, sino la posibilidad de volver allí para hacer y
descubrir siempre cosas nuevas.
¡Gracias a todo el equipo de Mona y a
toda la gente que colabora con él! Vuestro trabajo y vuestra ilusión han hecho
posible que exista un lugar maravilloso, donde muchos animales tienen una
oportunidad de ser felices, y donde muchas personas pasan para formar parte de
ese sueño hecho realidad que Fundación Mona es.